ESPERANZA PARA TRES GRAVES ENFERMEDADES:
MIELOMA, ALZHÉIMER Y PÁRKINSON
El País, 27 de mayo de 2008 (mieloma); El País,
31 de julio (alzhéimer); El País, 2 de agosto (párkinson)
El mieloma múltiple
es el segundo cáncer hermatológico más frecuente en el mundo, con 10.000
casos en España anualmente. Hasta ahora los fármacos empleadas, como la
talidomida, causaban efecto tóxicos secundarios, que
en el caso de la talidomida afectaban al embarazo. Ahora, están surgiendo
nuevos fármacos, como el bortezomib y, sobre todo, la última novedad, la
lenalidomida, aprobada en EEUU y en Europa por su baja toxicidad secundaria y
un éxito esperanzador para convertir la enfermedad en mortan en crónica. El
efecto de todos estos fármcacos consiste básicamente en la inhibición de la
proliferación de células del mieloma potenciando el sistema inmunológico. La
investigación ha sido realizada por el equipo de San Miguel, jefe de
Hematología del Hospital Clínico de Salamanca, publicando los resultados en
la revista New England Journal of
Medicine (NEJM).
Actuación de la lenalidomida sobre las células del mieloma múltiple
Un nuevo fármaco, el
rember, parece ser que retrasa el deterioro causado por el mal de Alhzéimer.,
lo que supone un cambio drástico en la lucha contra esta enfermedad. Se
pretende comercializar en el año 2012, y su acción se centra en bloquear a
las proteínas Tau anómalas de las neuronas impidiendo que dichas proteínas
formen un obillo matando a las neuronas desde el interior. Estas proteínas
son necesarias para la constitución normal del citoesqueleto de las neuronas.
Otros experimentos que tenían por objeto evitar el aumento de las placas
seniles que se forman en el cerebro de estos enfermos han dado por el momento
resultados negativos. El éxito inicial logrado con el rember ha sido logrado
por investigadores de
Actuación del nuevo fármaco bloqueando las proteínas Tau anómalas
en el interior de las neuronas
Gracias al proyecto Adagio, formado por 14
países entre los que está España, se ha obtenido el fármaco rasagilina que consigue
retrasar el mal del Párkinson un 20%, siendo este efecto probado en
voluntarios y midiéndose los resultados según la escala UPDRS, que evalúa los
síntomas de esta enfermedad. En definitiva, el uso temprano de este fármaco
consigue una retraso en la aparición de una sintomatología más fuerte en los
enfermos que ya tienen este mal, tal y como afirma Gurutz Linazasoro,
investigador de
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